El matrimonio es como todas las cosas en el mundo: “cosechas lo que has sembrado”. Amelia Earhart, pionera en aviación, autora de best-sellers y una mujer líder, sabía esto cuando se sentó en su escritorio el 7 de Febrero de 1931 y escribió esta carta a su agente y futuro esposo George Putnam antes de aceptar su séptima propuesta de matrimonio:
En esta carta escribe con determinación lo que quiere y lo que no quiere del matrimonio, como un testamento crudo e independiente característico de una mujer liberal justo antes de la época dorada de las amas de casa y justo después de la era del sexismo victoriano. Aquí está la carta:
Querido George:
Hay ciertas cosas que deben ser escritas antes de que nos casemos, cosas que hemos hablado anteriormente, la mayoría de ellas.
Debes saber, de nuevo, mi renuencia a casarme, mi sentimiento de que pueda dejar pasar oportunidades de trabajo que significan mucho para mí. Siento que casarnos justo ahora es tan tonto como cualquier cosa que pudiera hacer. Sé que tal vez haya compensaciones pero no tengo el corazón para mirar adelante.
En nuestra vida juntos, quiero que entiendas que nunca te detendré bajo ningún código de fidelidad hacia mí, y por lo tanto yo tampoco me consideraré atada a ti. Si podemos ser honestos, pienso que las dificultades que puedan surgir de esto pueden ser superadas si tú o yo nos interesamos profundamente o nos comprometemos con alguien más.
Por favor, no interfiramos con el trabajo o la obra del otro ni tampoco permitamos que el mundo vea nuestros regocijos y desacuerdos privados. En esta conexión yo podré tener algún lugar donde yo pueda ir y estar sola, ahora y en el futuro, pues no puedo garantizar que soporte todo el tiempo el confinamiento e incluso, una jaula atractiva.
Debo exigir una exacta y cruel promesa de que tú me dejarás ir en libertad en un tiempo de un año si no encontramos la felicidad juntos.
Yo juro hacer mi mejor y máximo esfuerzo en cada cosa que haga y darte aquella parte de mí que tú sabes y parece ser que quieres.
Amelia Earhart
Aquí la carta original obtenida de «Letters from Amelia»:
¿Qué te pareció? Crudo y liberal ¿verdad? Una mujer que se adelantó a sus tiempos. Cabe señalar que los dos se casaron esa misma tarde, después de que Putnam leyó la carta. Amelia nunca utilizó el apellido de su marido a pesar de la insistencia de los medios como el New York Times. La pareja permaneció junta hasta la desaparición de Earhart en 1937.
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vía: Brain Pickings.