Conoce a Huug Bosse, un anciano holandés que, después de una cirugía de cadera, no puede dejar de reír. Así como lo oyes, el señor Bosse no para de reír y, aunque a su esposa no le parece tan gracioso, para aquellos que lo vean por primera vez, estoy seguro que les sacará una sonrisa y si no es que una buena carcajada.
Según dice Huug, la anestesia fue la culpable de iniciar su imparable risa, pero no han puesto ninguna demanda o nada por el estilo. Su esposa menciona que Huug siempre ha sido risueño pero después de la operación ya no se pudo detener. Ella trata de sobrellevar la vida con su alegre marido, pero confiesa que muchos días es irritante y le colma la paciencia, pero bueno, no hay mucho que pueda hacer.
Huug no se queja de su padecimiento, pues dice que no le causa ningún daño o molestia. Ah claro, como un toque irónico y para poner la cereza al pastel, lo único que hace llorar a Huug es el himno nacional de su país. Vaya tipo, toda una leyenda. Aquí el video:
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vía: Dailymail.