Probablemente has escuchado que los antidepresivos corrigen el desbalance químico en tu cerebro, y tienen razón, lo hacen, pero muchas otras veces, las personas que padecen de depresión no pueden costear el alto precio de los medicamentos, porque resulta impráctico y absurdo pedirle a una personas que gaste de $100 a $1,000 dólares mensuales en antidepresivos para curar una depresión que, en ocasiones se generó o está relacionada con la falta de dinero. Resulta inviable.

Aunque no lo queramos ver así, los antidepresivos SÍ son una buena alternativa y lo decimos abiertamente: siempre será bueno acudir con un profesional y tomar las recetas al pie de la letra, pero también podemos dar alternativas prácticas y económicas para poder ayudar a combatir ese padecimiento que afecta a tantas y tantas personas:

1. Practica la meditación.

Cuanto estas deprimido, pensamientos negativos fluyen en tu cabeza como agua en una presa rota. Te paralizas por el miedo y la desesperanza, porque piensas que nada puede contener esos pensamientos negativos.

Nada, excepto la meditación.

¿Qué hacer si no sabes meditar? Habla contigo mismo en tu mente, en silencio, en un lugar donde sólo estés tú y nadie más. Menciónate todas las cosas bonitas que has hecho en tu vida o los logros que has hecho, por más insignificantes que te parezcan, todo ayuda. Pon tu música favorita y acude a ese ser que tienes dentro que tiene las respuestas. Muchas veces no queremos a más gente decirnos cómo actuar, pero siempre escucharemos a nuestro ser positivo si nos concentramos lo suficiente en el presente.

2. Ríe… ¡y ríe mucho!

Si a lo mejor la meditación y el silencio no es lo tuyo, tal vez puedas tratar algo que te levante el ánimo en segundos, en lugar de algo que puedes tardar un poco de tiempo en lograr.

Exponte a programas graciosos, videos de risa, chistes, libros divertidos, películas de comedia. Aunque no lo creas, la propia risa es la mejor medicina. No importa si lo que hace reír te parece absurdo, infantil, tonto o ridículo, lo que importa es que sea como sea, tengas tu dosis diaria de risas.

3. No te aísles.

La depresión es un pequeño monstruo manipulador y malicioso. Cada día se sienta en tu hombro y te susurra cuán inservible eres y cuán malo puedes llegar a ser para este mundo. No le hagas caso, está equivocado.

“En momentos de depresión, el aislamiento social típicamente empeora la enfemerdad y el cómo nos sentimos”, explica el Dr Stephen Ilardi, profesor en psicología y autor de “La Cura a la Depresión”. Aparentemente apartarse de  las interacciones sociales incremente la respuesta del cerebro al stress. Por lo tanto, mantén contacto con las personas que sabes que te quieren y no dudes en comunicarles tu problema.

4. Saca a las personas tóxicas de tu vida.

Es claro, no te estás ayudando si sigues saliendo o pensando o escribiéndote con las personas que te han causado esa depresión. Esto equivale a tomar 5 litros de helado y 10 tazas de azúcar cuando tienes diabetes. Simplemente no es lógico.

Citando a Deborah Serani, doctora en psicología y autora de “Viviendo con depresión”: “Parte del proceso de vivir en depresión conlleva tranformar los pensamientos negativos en positivos y para ello es necesario rodearse de un ambiente positivo y con personas que tienen algo bueno que aportar, y tratar de ignorar o alejar de nuestra vida a quienes puedan perturbar ese proceso, no es algo envidioso, es amor propio”.

5. Considera drogas alternativas.

Ok, esto depende del país o del estado donde vivas, consumir Cannabis o Psilocybe cubensis pueden tener grandes propiedades antidepresivas, pero ambos también tienen el potencial de convertirse en drogas que empeoren enfermedades mentales. Pruébalas si no tienes otra opción, pero recuerda siempre tomar las precauciones necesarias y si es posible, bajo la estricta regulación médica.

6. Aliméntate bien.

Es científicamente correcto que la vitamina D te ayuda a salir de la depresión, la demencia y la diabetes. Por eso, sal al sol. Además de eso, hay otros nutrientes que mantienen la depresión alejada de tu organismo, incluyendo aminoácidos, folatos, yodo, hierro, magnesio, ácidos grasos del tipo omega 3, selenio, complejo B y zinc. Afortunadamente, muchos de estos nutrientes están en los alimentos de una dieta balanceada.

Con respecto a los alimentos que no debes comer se encuentran: alcohol (contrario a lo que comúnmente se dice), cafeína, endulzantes artificiales, aceites hidrogenados, comida procesada, azúcar refinada y comidas ricas en sodio. Todos los anteriores pueden causar desastres en tu sistema nervioso, desestabilizar los niveles de azúcar en tu sangre, e inclusive dañar tu cerebro, entre otros.

7. Considera la acupuntura.

De acuerdo con un estudio publicado en la revista de Ginecología y Obstetricia, la acupuntura puede ayudarte a combatir la depresión. Cuando los investigadores administraron acupuntura específica para la depresión en 150 mujeres embarazadas, 73% vieron mejorados sus síntomas. A pesar de que más estudios tienen que ser realizados para llegar a una conclusión definitiva, no se puede negar que el estudio es promisorio. Inténtalo, incluso si no lo esperas, la acupuntura puede beneficiarte.

8. Levántate y anda.

Para ser justos, somos conscientes de que la depresión roba una cantidad enorme de energía de tu cuerpo. Sin embargo, el ejercicio es algo que merece la pena, desde que se ha probado que funciona casi similarmente (si no es que mejor que) los antidepresivos. La realidad es que la producción de endorfinas y norepinefrina durante el ejercicio es la razón detrás de este argumento.

9. Planta un jardín o cuida una planta.

Así es, trata de darle un mantenimiento delicado a tu jardín. Según un estudio, los jardineros son regularmente más felices que cualquier otra persona. Cuidar de una planta es un indicativo de autorreflexión y cuidado de uno mismo. Además tienes el beneficio de obtener aire fresco y vegetales libres de contaminantes, todo en tu propio jardín.

10. Ofrécete como voluntario por una causa en la que creas.

En algún punto, hablar de depresión con la gente que ya conoces no será suficiente. Vas a tener que establecer lazos fuera de tu círculo social, y buscar la compañía de otros. Esto es una buena señal.

Busca organizaciones cuya misión te hable y te convenza, e inscríbete como voluntario. Quién sabe, probablemente reduzcas los síntomas de tu depresión, aumentes tu bienestar y disminuyas en 22% el riesgo de morir.

11. No dejes de luchar.

Te voy a dar un dato que es crudo y poderoso: en algunos casos tendrás que luchar con la depresión por el resto de tu vida. Porque tiene el hábito de espiar tu vida y darte una patada justo en la cara cuando menos lo esperas. Habiendo dicho esto, si puedes hacer caso a los puntos anteriores, siempre estarás preparado para devolverle esa patada en la cara a la depresión.

Acerca del autor

Sarah Landrum es una escritora independiente y entusiasta de la salud que comparte consejos sobre vivir una vida feliz y saludable. Ella es también la fundadora de “Punched Clocks” un sitio de desarrollo de profesionistas que les ayuda a encontrar la felicidad y el éxito en sus vidas. Sigue más acerca de Sarah aquí.

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