Todas las estrellas musicales de nuestra época hacen conciertos en donde (en la mayoría de los casos) prevalecen los efectos visuales por encima del talento musical del cantante. Britney Spears, Miley Cyrus, Kanye West, entre muchos otros son ejemplos donde importa más el cómo se ven que el cómo se escuchan. Pink es una de las pocas que han logrado un equilibrio entre lo visual y lo auditivo, pero lo que hizo en su más reciente concierto en Melbourne Australia cuando cantó “Try” nos ha dejado boquiabiertos.