Esa es la edad promedio en que las personas en el mundo terminan sus estudios universitarios y los que no los hicieron, comienzan a sentar cabeza en sus vidas. De cualquier modo, es una edad que representa un parteaguas en la vida de cualquier ser humano, pues es cuando se alcanza una madurez física y emocional. Y aunque el cuerpo comienza a resentir cosas que antes no hacía, también hay cosas que cambian para bien y a continuación te presentamos nueve de ellas:

1. Comienzas a preocuparte (y ocuparte) por tu salud.

Fumar y tomar como un desenfrenado comienzan a ser una seria preocupación para ti y no parecen tan apetecibles como hace un par de años. Comienzas a preocuparte por cómo afectará a tu trabajo, a tu familia, a tu pareja. Comienzan los famosísimos síntomas de achaques de la juventud y comienzas a inscribirte en gimnasios, maratones, y analizar posibles dietas.

2. Es el tiempo de ver por tus finanzas.

Después de la universidad, el dinero mágicamente ya no aparece en tu estado de cuenta y comienzas a ver con cuánta facilidad y velocidad se va. Es cuando seriamente te cuestionas sobre tu futuro y la posibilidad de encontrar un trabajo que satisfaga tus necesidades. Y cuando lo tienes, es lógico que dejes aquellos “gustos” que cuestan un ojo de la cara.

3. Buscas el “largo plazo” en lugar del “por el momento”.

Aquellos encuentros casuales ya no tienen ese “no sé qué” de antes. Y es lógico, pues tu vida pasa por tantos procesos de inestabilidad que tu cuerpo y tu mente piden algo estable, algo duradero en qué confiar y alguien con quién platicar día con día y no sólo una noche…

4. Comenzarás a mejorar y aprender cosas por tu cuenta.

Aquellos programas de cocina que antes no veías en la tele porque parecían aburridos ahora son un buen recurrente para mejorar tu arte culinario. En internet ya no sólo hay facebook, twitter, email y porno, ahora también hay páginas de rutinas de ejercicio en casa, tips para arreglar una mesa rota en casa, consejos para llevarse bien con tu pareja. Y eso es algo excelente.

5. Ahora tienes un sentido de responsabilidad que nunca antes habías tenido.

Cuando te haces cargo de pagar las cuentas de los servicios donde vives, experimentas esa sensación de ser un “adulto” de verdad, pues te ves en la necesidad de tener cuentas bancarias estables, créditos confiables, un trabajo seguro, etc. Ya no eres aquél jovencito al que le pagaban todo sus papás. Ahora tienes a las compañías de agua, luz, gas, internet, teléfono, cable detrás de ti con recibos cada mes.

6. Comienzas a ser una persona más relajada hacia los demás.

Ya no eres aquél joven rebelde y atrabancado que hacía las cosas sin pensar. Ahora analizas las repercusiones de la gran mayoría de cosas que haces. Tu manera de dirigirte para con los demás es más calmado y maduro. Te has vuelto más empático.

7. Tus roles han cambiado.

¿Recuerdas aquellos tiempos donde organizabas campings, borracheras, salidas al antro, caminatas a la montaña? Pues ahora te ves organizando comidas con clientes de tu empresa, salidas al parque con tu hijo o hija pequeña, incluso el facebook se ha vuelto algo innecesario, has dejado de hablar con algunos de tus amigos, ahora pasas más tiempo con tus papás y familia. No te preocupes, no es malo, pero tampoco olvides a las personas que estuvieron contigo, siempre hay tiempo para todo.

8. Comienzas a apreciar tu “mortalidad”

En tu cabeza se impregnan las ideas de gente conocida que muere por ser desenfrenado, por ser negligente, por cometer locuras y hacer cosas sin pensar. Comienzas a valorar a tus padres y abuelos y ves lo frágil de la vida a esa edad. Y por lo tanto comienzas a hacer ejercicio, a conducir más despacio, a preguntar por seguros de vida, a no salir tan tarde.

9. Son las pequeñas cosas de la vida…

..las que valen la pena. Y te das cuenta de ello ahora. Tener un viaje calmado en el transporte rumbo al trabajo es algo bueno. Que alguien te sonría en la oficina te pone de buenas. Que tu novio(a) o esposo(a) te mande una nota de amor te alegra el día. Que tu jefe te de un cumplido sencillo te emociona. Que tu salud esté estable es algo importante ahora. Son las pequeñas cosas las que hacen que tu vida sea mejor, y es ahora cuando debes descubrirlas.

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vía: Elite Daily.